El CCK presenta agenda en homenaje a Astor Piazzolla

Date una vuelta por el resto de la movida cultural

En el aniversario de la muerte de Astor Piazzolla, un ciclo de conciertos y una exposición interactiva

Piazzolla 25 años

A partir del 11 de marzo

 -Entrada gratuita-

A 25 años de la muerte de Astor Piazzolla, el CCK le rinde homenaje con una serie de conciertos emblemáticos y una exposición interactiva sobre su vida y su obra.

Todas las actividades son gratuitas. Las entradas para los conciertos se podrán retirar en Sarmiento 151, de 12 a 18, desde el martes previo a cada función, hasta agotar la capacidad de las respectivas salas. También se podrán reservar desde esta página (www.cck.gob.ar).
La agenda del ciclo Piazzolla 25 años

La exposición:

Una muestra interactiva sobre Piazzolla y su obra

Miércoles a domingos y feriados, de 13 a 20h – Sala 613

El 11 de marzo, día en que se cumplen 96 años del nacimiento del músico, se inaugura la muestra Astor Piazzolla. El revolucionario del tango, que propone un recorrido por la obra del genial bandoneonista marplatense. Permanecerá abierta de miércoles a domingos, y feriados, de 13 a 20.

La exposición, primera muestra interactiva sobre el compositor argentino, fue concebida con un lenguaje multimedia aplicado a recursos museográficos. Utiliza elementos de simulación holográfica de su bandoneón, suma la posibilidad de descargar álbumes de fotos a través de tablets con código QR, y despliega objetos proyectados en pantallas 3D.

Contiene objetos de Piazzolla nunca antes exhibidos al público, como el smoking que utilizó en su presentación en el Teatro Colón en junio de 1983; una armónica que le regaló su padre, “Nonino”, cuando tenía ocho años, y sus prendas de vestir favoritas. También se podrá ver una colección de partituras originales con sus composiciones emblemáticas, como “Adiós Nonino” y “Fuga y Misterio”.

La muestra reúne fotos desconocidas, videos y audios, y ofrece la posibilidad de elegir sus discos y escucharlos. También tiene un espacio dedicado a las figuras que marcaron su vida y su trayectoria, como su padre Vicente “Nonino” Piazzolla, el bandoneonista Aníbal Troilo –en cuya orquesta permaneció entre 1939 y 1944–, y el poeta Horacio Ferrer, con quien elaboró su obra cancionística.

Los conciertos:

Vibraphonissimo

Sábado 11 de marzo, 18h – Sala Argentina

Nicolás Enrich (bandoneón), Sebastián Prusak (violín), Tomás Falasca (contrabajo), Jorge Kohan (guitarra), Cristian Zárate (piano) y Fabián Keoroglanian (vibráfono) presentarán un material legendario. En el escenario de la Sala Argentina se podrá escuchar, nuevamente en vivo, Vibraphonissimo, la música grabada por Astor Piazzolla y Gary Burton en 1986, cuando tocaron juntos en el Festival de Jazz de Montreux, en Suiza. Se trata de temas que no volvieron a ser interpretados en vivo ni grabados en estudio. Por eso, esta reconstrucción del trabajo de ambos músicos –presentada en 2016 por esta misma formación en el CCK– tiene un enorme valor histórico.

Quinteto Fundación Astor Piazzolla

Sábado 11 de marzo, 20h – Sala Sinfónica

Integrado por Pablo Mainetti en bandoneón, Sergio Rivas en contrabajo, Germán Martínez en guitarra, Sebastián Prusak en violín y Nicolás Guerschberg en piano, el Quinteto Fundación Astor Piazzolla dará un concierto con temas poco transitados del genial bandoneonista. Se incluyen joyas como el arreglo original de “Lo que vendrá” para el Nuevo Octeto de 1963 y la pieza “Existir”, que Astor compuso con Horacio Ferrer. Como invitados se presentan Julián Vat en saxo y flauta, y el cantor Sebastián Holz.

Walter Ríos interpreta obras de Astor

Piazzolla 25 años – Domingo 12 de marzo, 18h – Sala Argentina

Alternando diferentes formatos, como el trío, el quinteto y el octeto, el bandoneonista Walter Ríos interpretará su nuevo disco Aeropuerto París, que propone un abordaje integral de la obra de Astor Piazzolla, con temas como «Buenos Aires hora cero», «Escualo», «Tanguedia», «Oblivion» y «Fuga 9». Lo hará acompañado por Pablo Agri y Esteban Prentki (violines), Diego Sánchez (cello), Nicolás Guerschberg (teclados), Abel Rogantini y Cristian Zárate (piano), Ricardo Lew (guitarra), Pablo Motta y Juan Pablo Navarro (contrabajo), Luis Cerávolo (batería) y Mariel Dupetit (cantante).

La Orquesta de Cuerdas

Domingo 12 de marzo, 20h – Sala Sinfónica

Un concierto con grandes figuras: Néstor Marconi, Jairo, Pablo Agri, Nicolás Guerschberg y la Camerata Argentina. Rinde homenaje a la Orquesta de Cuerdas de Piazzolla, una formación que tuvo una vida breve (entre 1955 y 1957) pero que marcó uno de los puntos de inflexión en la trayectoria de Astor: fue el primer conjunto para el que escribió prácticamente toda obra propia. El repertorio reunirá lo que se conoce como los temas franceses de Piazzolla: el material que escribió en París en 1955, mientras estudiaba con Nadia Boulanger. Se interpretarán “S.V.P.”, “Chau París”, “Marrón y Azul” y “Bando”, más algunas obras emblemáticas como “Tres minutos con la realidad”, “Tanguedia”, “Romance del diablo”, “Oblivion” y “Adiós Nonino”. Como broche, Jairo interpretará parte del repertorio cantado que él mismo ha difundido por el mundo.

Homenaje a Fernando Suárez Paz

Domingo 26 de marzo, 18h – Sala Argentina

Con una notable trayectoria, Fernando Suárez Paz es, a los 76 años, una de las grandes figuras del violín. A modo de tributo –ya que hace pocos días anunció que se retiraba de los escenarios–, su hijo, el violinista, cantor y bailarín Leonardo Suárez Paz, convocó a cantores, músicos y bailarines para este concierto en la Sala Argentina.Suárez Paz fue el violinista emblemático de la segunda etapa del Quinteto de Astor Piazzolla, entre 1978 y 1988.

La historia de Astor Piazzolla

Astor Piazzolla nace el 11 de marzo de 1921 en Mar del Plata. En 1925 su familia se radica en Nueva York, donde Astor vive hasta sus quince años. En la ciudad norteamericana obtiene de manos de su padre su primer bandoneón, y estudia el instrumento con Andrés D’Aquila. Conoce a Carlos Gardel, y tiene un pequeño papel en la película El día que me quieras (1935).

Con el regreso de su familia al país, en 1936, Piazzolla pasa a integrar varias orquestas; en 1939 se incorpora a la fila de bandoneones de Aníbal Troilo y luego se convierte en arreglador de esa formación. En paralelo, estudia con Alberto Ginastera y Raúl Spivak, y en 1942 se casa con Dedé Wolff, con quien tiene dos hijos, Diana y Daniel. Sus arreglos, poco indicados para el baile tal como entonces se practicaba en los salones porteños, comienzan a ser demasiado complejos para el gusto de Pichuco, de manera que en 1944 Piazzolla abandona la formación y pasa a dirigir a la orquesta que acompaña al cantor Francisco Fiorentino. La sociedad musical con Fiorentino duró dos años, pero el corto tiempo alcanzó para registrar notables versiones de “Viejo ciego” y “Volvió una noche”, entre otros.

En 1946 forma su propia orquesta, con la cual graba treinta temas, incluyendo obras como “Taconeando”, “La rayuela” y “El recodo”, así como también cinco composiciones originales. A partir de este momento crece la veta compositiva de Piazzolla, y obras como “Para lucirse”, “Contratiempo” y “Triunfal” pasan a integrar el repertorio de orquestas como las de Troilo, Francini-Pontier, Osvaldo Fresedo, entre otras.

 En 1949, Piazzolla decide disolver su orquesta. En Bartók, Stravinsky y otros sonidos, el talento de 28 años comienza a buscar su personalidad musical y estudia dirección orquestal. En 1953, su obra Buenos Aires (tres movimientos sinfónicos) gana el primer premio en el concurso Fabien Sevitzky y genera un intenso debate entre el público por la incorporación del bandoneón a la formación orquestal.

Becado por el Conservatorio de París, en 1954 se traslada a Francia para estudiar música con la compositora y célebre pedagoga Nadia Boulanger, quien, según palabras de Astor, lo persuade de no dejar el bandoneón y el tango, y le pide “no abandonar nunca al verdadero Piazzolla”. De esta manera, el músico sigue su consejo y graba dieciséis temas, acompañado por la Orquesta de la Ópera de París y el pianista Martial Solal. Así nació, entre otros, el tango “Nonino” (antecedente de “Adiós Nonino”), y otras piezas como “Marrón y azul” y “Chau París”.

Ya de regreso en la Argentina, Piazzolla forma dos conjuntos: por un lado, una orquesta de bandoneón y cuerdas; por otro, el Octeto Buenos Aires. Con músicos de gran nivel y una formación de bandoneones, violines, contrabajo, cello y guitarra eléctrica, el Octeto sella el inicio del tango contemporáneo, con un estilo rupturista marcado por las innovaciones compositivas e interpretativas que se alejan del modelo clásico de orquesta típica, del cantor y del bailarín. El conjunto graba solo dos discos, hasta su disolución en 1958.

Piazzolla viaja entonces a Nueva York, donde experimenta con el tango-jazz, y en 1960 vuelve a Buenos Aires para formar el Quinteto Nuevo Tango, que sería una de sus formaciones emblemáticas. Graba numerosas composiciones originales, como “Adiós Nonino”, “Decarísimo”, “Introducción al ángel”, “Muerte del ángel” y muchas otras.

En 1965 registra dos importantes álbumes: Piazzolla en el Philarmonic Hall de Nueva York y El tango (a partir de los poemas de Jorge Luis Borges, y con la voz de Edmundo Rivero). La operita María de Buenos Aires, de 1968, es fruto de su sociedad creativa con Horacio Ferrer, con quien compuso, entre muchos temas, “Balada para mi muerte”, “La Bicicleta Blanca”  y “Chiquilín de Bachín”. La pieza más popular del binomio es “Balada para un loco”, con la voz de Amelita Baltar, que vende 250 mil unidades en poco tiempo. En los años siguientes, Piazzolla registra el LP Concierto para Quinteto, y en 1972 forma el Conjunto 9, con el cual edita Música contemporánea de la Ciudad de Buenos Aires.

Al tiempo, se instala en Italia, donde da a conocer obras como “Libertango” y el disco Reunión cumbre (grabado con el saxofonista Gerry Mulligan y una orquesta de músicos italianos) y, a mediados de la década del 70, tras la muerte de su gran maestro Aníbal Troilo, le dedica un disco entero, titulado Suite Troileana. También escribe una serie de obras para el Mundial de Fútbol disputado en Argentina en 1978. Desde entonces, Astor se une a grandes músicos internacionales como Gary Burton; se convierte en una figura de culto en festivales de jazz y sus formaciones adquieren en los años 80 un enorme reconocimiento internacional. El punto culminante de esta etapa es el concierto realizado en el Central Park de Nueva York en 1987, con un quinteto integrado por Pablo Ziegler en piano, Fernando Suárez Paz en violín, Horacio Malvicino en guitarra y Héctor Console en bajo. La presentación queda registrada en un álbum, con temas como “Verano porteño”, “Lunfardo”, “Adiós Nonino”, “Contrabajísimo” y otros.

En agosto de 1990, mientras se encontraba en la ciudad de París, sufre una trombosis cerebral y muere en Buenos Aires el 4 de julio de 1992. Deja un poderoso legado de más de mil temas, bandas de sonido para cuarenta películas y una influencia musical que se hace notar en músicos de tango de las siguientes generaciones, y que abarca homenajes de figuras de otros géneros y países como Yo-Yo Ma, Kronos Quartet, Gidon Kremer y Al Di Meola, entre muchos otros.

Autor entrada: Diego Fernandez

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *