La Ciudad recuerda eternamente a los Justos entre las Naciones

La Ciudad de Buenos Aires reservó un espacio para el recuerdo eterno de quienes arriesgaron su vida para salvar al prójimo durante el Holocausto, homenaje que se materializó en el Paseo de los Justos entre las Naciones inaugurado a fines de enero del 2016.

El evento se organizó en el marco del Día Internacional de Conmemoración de las Víctimas del Holocausto, momento en el cual se presentó e público el Monumento a la Shoá, emplazado en la plaza homónima, ubicada en la Avenida Libertador al 3851, en el barrio de Palermo. Participaron funcionarios del Gobierno Nacional, el jefe de Gobierno Porteño Horacio Rodríguez Larreta y sobrevivientes de la Shoá.

La creación del Paseo responde a un proyecto presentado por la Subsecretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural a la Legislatura Porteña.

El Día Internacional de Conmemoración de las Víctimas del Holocausto fue establecido por la Organización de las Naciones Unidas – O.N.U. -, conmemorado el 27 de enero en homenaje a la liberación del campo de concentración y exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau, por las tropas soviéticas, en 1945. La Primera Guerra Mundial, iniciada oficialmente en 1939, se llevó la vida de entre 50 a 70 millones de personas.

Buenos Aires tiene su propio Museo del Holocausto, sobre la calle Montevideo al 919, en Recoleta.

Los Justos de las Naciones fueron personas que tuvieron un valiente compromiso con la humanidad y arriesgaron su vida para salvar la de miles de personas durante el Holocausto. Sus historias son las historias de personas corrientes que ante el terror nazi, sintieron la obligación moral de ayudar a los judíos perseguidos.
El paseo, a través de la instalación de 26 placas recordatorias, tiene como objetivo homenajear a estos salvadores provenientes, en muchos casos, de países cuyas colectividades forman parte de la Ciudad.

Muchos sobrevivientes de la Shoa fueron invitados al evento y mostraron su emoción al ver el monumento y el Paseo. Eugenia Unger, sobreviviente del Holocausto, contó que siempre tuvo «la aspiración a un monumento para el recuerdo de la Shoá», y dedicó el homenaje «a los nietos que tienen el legado de no olvidar».

Las placas recuerdan a las siguientes personas:

  • Manuel Muñoz Romero (Ecuador)
  • Jules Gerarud Saliege (Francia)
  • Dimitrios Chrysostomos (Grecia)
  • Istuan Zsigmond (Hungria)
  • Giorgio Perlasca (Italia)
  • Emilie Schindler y Oskar Schindler (Alemania)
  • Ara  Jeretzian (Armenia)
  • Anton Schmid (Austria)
  • Luis Martins de Souza Dantas (Brasil)
  • Dimitar Peshev (Bulgaria)
  • María Errazuriz (Chile)
  • Ho Feng Shan (China)
  • Zarko Dolinar (Croacia)
  • Pueblo Danés (Dinamarca)
  • Antanas Babonas (Lituania)
  • José María Barreto (Perú)
  • Anna  Borkowska (Polonia)
  • Milena Herbenova (República Checa)
  • Nikolai Leschinger (Rusia)
  • Raoul Wallenberg (Suecia)
  • Selahattin ÜlkÜmen(Turquía)
  • José Arturo Castellano (El Salvador)
  • Sempo Sugihara (Japón)
  • Anna e Iossef Nazaruk (Bielorusia)
  • Pavel y Lyubov Gerasimchik (Ucrania)
  • Arístides De Sousa Mendes (Portugal)
Una placa destaca por sobre las otras. La máxima judía que enarbola en alto el valioso aporte humanitario de estas y muchas otras personalidades: “aquel que salva una sola vida, salva un universo entero”.

Autor entrada: Diego Fernandez

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