Dodgeball: de Parque Chas al mundo. Una historia de sueños e inclusión.

Agradecemos al periodico «Voces de la Comuna 15» por compartirnos este material.
 
En Ávalos 1036, casi esquina Quirós, en el barrio de Parque Chas en las cercanías del Hospital Tornú, se encuentra el club Viejos Muchachos de Newell´s, llamado anteriormente Newell´s Old Boys.
 

Esta institución de barrio fomenta hace ya más de un año el Dodgeball en el país, que es similar al popular “quemado” que se practica en las escuelas primarias. El club se transformó en el pionero de esta disciplina en el país, teniendo mucho impacto en la comunidad y los medios de comunicación.
Su presidente Diego Bértola viajó el año pasado al mundial de Dodgeball en Canadá, aunque la selección –que allí mismo empezaron a formar, incluyendo a chicos de barrios carenciados- por muy poco no pudo participar.
Diego vive en el barrio vecino de Villa Pueyrredón, tiene 38 y hace 30 que es socio de la institución. En una entrevista exclusiva nos cuenta como se acercó a este deporte, su historia en el club y los inicios del Dodgeball en Argentina.
Contanos como te acercaste al club y qué ofrece actualmente.
 
Viví toda mi vida en Bucarelli y Chorroarín acá muy cerca, aunque ahora estoy en Villa Pueyrredón. Vengo al club desde mi infancia. Cuando era chico no pude ser socio de un club grande por cuestiones económicas y acá me abrieron las puertas. Yo siempre le cuento a los chicos de ahora que antes teníamos solo cuatro canales de TV, no había Play Station ni cable ni Netflix. Nosotros o íbamos a la parroquia o íbamos al club. Desde los 8 años vengo a “Viejos muchachos de Newell´s”. De este club es un símbolo “Chicho De Catanzaro” (Lucio Giunti) que hizo muchos personajes en la tele y estuvo en Titanes en el Ring. Hay muchísimos fanáticos de él que venían a verlo entrenar al club.
 
Estuve en la Comisión Directiva, fui muchos años vicepresidente y ahora me toca ser presidente. Acá nadie cobra dinero, todo lo contrario, a veces ponemos de nuestro bolsillo. El club se llama así porque los fundadores del club eran todos fanáticos de Newell´s de Rosario. En un principio el club se llamaba Newell´s Old Boys pero lo tuvimos que corregir en la personería jurídica. Luego se pasó a “Viejos muchachos de Newell´s”. Hoy tenemos unos 60 socios hinchas de Newell´s. Cuando juega Newell´s en Capital hay hinchas que vienen a hacer la previa acá. Como todo pequeño club de barrio este club siempre estuvo muy complicado porque recién ahora estamos construyendo dos canchas.
 
Tenemos un gimnasio está a cargo de “Chicho”, hacemos boxeo, lucha. Está “Cato” que estuvo también en “Titanes en el ring”. Está Luciano, que enseña hace diez años taekwondo. Y hemos formado una comisión para fomentar actividades, habrá folclore, un centro de jubilados. Queremos hacer una cancha de fútbol y una de dodgeball en la parte de arriba. Ese deporte en Argentina prácticamente surgió acá, a mí me tocó hacer la comunicación y difusión y nos está yendo muy bien. Como sede queremos tener una cancha para los campeonatos.
 
¿Cómo se decidieron a impulsar el Dodgeball?
 
Uno de los chicos de acá, Norberto “Beto” Tabella, está haciendo el profesorado de educación física. Estudiando con la ex novia se interesó por el deporte y pensó que podríamos hacerlo en el lugar. Empezó a promocionarlo y difundirlo, se acopló un muchacho que era preparador físico. Ben Stiller hizo una película que se llama “Dodgeball” que es una parodia del deporte y eso nos hizo conocer más el Dodgeball a todos.
 
Un día Beto y sus amigos me dijeron que no podían manejarlo más porque necesitaban una federación para organizarlo. Yo les dije que si lograban llevar el deporte a lugares marginales, a villas, los iba a ayudar. El Dodgeball es un deporte para divertirse y requiere honestidad deportiva. Es similar al “quemado”, que es el segundo juego más jugado de la Argentina. La diferencia es que el quemado es un juego y el dodgeball un deporte, pero es similar. Se usan seis pelotas, son tiempos de veinte minutos, es muy expeditivo. Los chicos estuvieron de acuerdo con mi propuesta y se logró hacer un gran trabajo en la villa 1-11-14 del Bajo Flores, donde se hizo muy popular. Ahí decidí tomar las riendas del proyecto. Me contacté con Canadá, que es uno de los pioneros en el deporte y nos mandaron pelotas especiales. Formamos la selección argentina y se hicieron varios campeonatos. Estuvimos muy cerca de viajar el año pasado al mundial de Canadá pero desafortunadamente fui yo solo, aunque fue una gran experiencia.
 
¿Por qué no pudo viajar la selección y cómo fue el mundial de Canadá?
 
Estábamos preparados en lo deportivo para ir al mundial pero hubo problemas económicos. Los cuatro grandes del Dodgeball son Canadá, Estados Unidos, Australia y Malasia. No se si estábamos para ganarle a esos cuatro monstruos, pero sí estábamos a la altura para competir con Italia, Hong Kong, México y otros países. Tuvimos la suerte de que Clarín nos hizo una nota porque les gustó el tema de la inclusión. Nos fue muy bien en los medios de comunicación en general. Vino Canal 9, Telefé, Paka Paka, medios barriales. Se armó algo muy lindo pero no logramos juntar los sponsors y viajar. Habíamos logrado casi la totalidad pero se bajó uno de los sponsors y ya no pudimos ir. La estadía, la comida y dos pasajes nos los bancaba Canadá. Tuvimos que bajarnos como selección pero yo fui igual finalmente para cumplir y hacer contactos en el deporte. Ir a Canadá fue muy gratificante porque al estar tan “verdes” acá con el Dodgeball, eso nos llenó de buena onda. Ir a Canadá fue como conocer otro planeta.
 

 
Te atienden en un banco sin una reja, son puntuales, la gente es muy buena. Yo estuve en Toronto y al ver que no hablaba inglés, se esforzaban por hablar español. El mundial se jugó en simultáneo en cinco canchas, hay masculino y femenino. Hubo un muy buen nivel de juego. Duró de un miércoles a un sábado, siempre me tuvieron en cuenta para todo. Ahí nos nombraron miembros y nos dejaron en Categoría 2. Me felicitaron y les pedí disculpas por no poder llevar a la selección, pero me dijeron que había hecho un gran trabajo, leyeron las notas en los medios.
Al caerse los sponsors tuve que pagar el viaje de mi bolsillo, pero igualmente fue muy gratificante, sirvió para conocer al presidente de la federación y para que nos nombraran miembros. 
 
¿Qué selección ganó el mundial? ¿Cómo pensás que se hubiera desempeñado la nuestra?
 
Malasia ganó masculino y femenino. En ese país asiático son bajitos y muy rápidos en general, eso los favorece para el deporte. Aparte juegan mucho al Dodgeball. De nuestra selección te puedo decir que está bien. Cada vez se suma más gente. El año pasado estuvimos haciendo clínicas en La Rioja. Formamos parte del Encuentro de Deportes Alternativos, eso lo maneja Ricardo Acuña, que es un fenómeno. Nos hicieron miembros de la Confederación Argentina de Deportes Alternativos. Debido a la demanda en Latinoamérica, el canadiense que preside de la federación mundial me nombró líder en la región. Tenemos la ayuda de Brasil, Colombia, Perú y Costa Rica, que ya está hace un año trabajando. Sabemos que en el país hay cosas más urgentes que atender pero igual esperamos que algún funcionario se acerque y nos de una mano. Ahora estamos haciendo clínicas en escuelas, vamos a estar en Córdoba, Catamarca.

 
La federación nos pidió una liga metropolitana, una liga nacional y la Copa América.
Estamos haciendo un fichaje de jugadores y queremos armar equipos para la liga. En las villas a las que vamos están haciendo campeonatos internos. Fuimos a clubes de barrio como Fénix, iremos a Agronomía Central, a Nueva Chicago, se están integrando clubes más grandes. Estamos formando un gran equipo de trabajo. Agradezco a Gustavo Acosta, presidente de Fenix, a Ricardo por habernos integrado. Otro chico se integró y nos dio una mano con las redes sociales. Se integró Juanma Dueño, un gran profe de educación física, que es un capo con el softball y es especialista en deportes alternativos. Nos falta un empujón económico, es todo de a vaquitas y es muy sacrificado.
 
Detallanos el aspecto inclusivo del Dodgeball.
 
La idea del Dodgeball es hacerlo integrador e inclusivo. En la 1-11-14 está trabajando Adrián Duarte que es un fenómeno. El arrancó a promocionar el deporte ahí y hay dos chicos en la selección masculina y una chica en la femenina que son de allá.
 

 
En el Playón de Chacarita hablé con uno de los chicos, tuvimos una reunión y me propusieron armar una escuela. Hoy tenemos una cancha de Dodgeball allí, que los chicos pintaron. Hay 20 chicos jugando en Fraga, cada vez se integran más y quieren competir en la liga metropolitana. El dodgeball es muy económico, se necesitan seis pelotas y una cancha de 9 x 18. Se puede jugar en cualquier superficie. Las pelotas son importadas y las tengo que comprar en Canadá. Es todo a pulmón, no tenemos ingresos y no queremos cobrar. Es todo ad honorem.
 

 
 
¿Y en Viejos Muchachos de Newell´s se puede practicar Dodgeball? 
 
“Sí, la Parroquia Santa Teresita (Quirós 2915) nos presta la cancha, entrenamos los jueves de 20 a 21, puede venir cualquier persona. Acá, en Avalos 1036 se hace un entrenamiento físico antes de ir a la cancha. Otro grupo entrena en Parque Chacabuco, al lado del polideportivo, los sábados de 16 a 18. Por ahora se hicieron torneos relámpago entre distintos equipos formados, pero el 11 de marzo arrancó la liga (en el momento de la entrevista había cuatro equipos anotados). Se hará en diez domingos, un partido por fecha y con tiempo real, mixto entre varones y mujeres, de 40 minutos y 20 por tiempo”.  
 
Contacto: 
Instagram: Dodgeball.ar 

Autor entrada: Diego Fernandez

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