Rechazo a la nueva traza de la Autopista Illia

El 29 de septiembre de 2016 se aprobó en primera lectura el Proyecto de Ley que autorizó el cambio de la traza de la Autopista Illia en el sector del Barrio Carlos Mugica (Ex Villa 31-31 bis)

El pasado jueves se convocó a Audiencia Pública para tratar este proyecto como paso previo obligatorio para su aprobación en segunda lectura que, probablemente, ocurrirá en las últimas sesiones de fin de año.
Según lo estudiado y comunicado por el Observatorio del Derecho a la Ciudad, este proyecto adolece de deficiencias democráticas, técnicas, urbanísticas y de prioridad presupuestaria.

Delegados y Consejeros del Barrio Carlos Mugica (Ex Villa 31-31 bis) expresaron su rechazo al proyecto.


En primer lugar, el cambio de la traza de la Autopista Illia fue una decisión autoritaria del GCBA que no lo discutió ni consensuó con el barrio ni con sus órganos de representación. Es una decisión que no respeta el proyecto de Urbanización aprobado con la Ley de urbanización del Barrio N° 3.343. Debería nuevamente haberse constituido la “Mesa de Gestión y Planeamiento Multidisciplinaria y Participativa para la Urbanización de las Villas 31 y 31 Bis“ creada por dicha ley para tratar todos los cambios que el GCBA está realizando al proyecto de urbanización aprobado en el año 2010-2011.


Por este motivo, la mitad de los Consejeros del Barrio electos democráticamente (reconocidos por la Justicia y el propio GCBA) y decenas de delegados que además integran la Corriente Villera Independiente, entre otras organizaciones, presentaron una nota en la Legislatura de la Ciudad (Expte. Nº 3850-P-2016) rechazando absolutamente este proyecto y solicitando que el presupuesto destinado para la obra sea utilizado para solucionar la crisis educativa de la ciudad por falta de vacantes principalmente en el nivel inicial.

En segundo lugar, esta obra no está justificada en el marco del proceso de integración socio-urbana. Sólo se funda en intereses electoralistas y en mostrar al mundo que la Ciudad también tiene su High Line al estilo neoyorkino.

En tercer lugar, esta obra va a costar en principio y como mínimo alrededor de dos mil millones de pesos ($2.000.000.000). Esto constituye un despilfarro que sólo continuará profundizando el negocio de la obra pública y que será financiada con un mayor endeudamiento de la ciudad.

El Observatorio remarca que es inaceptable que el GCBA se preocupe por construir nuevas autopistas y no construya las escuelas que por el art. 24 de la Constitución de la Ciudad debe garantizar.

En cuarto lugar, no es ninguna prioridad para la Ciudad. El comunicado hace hincapié en la crisis habitacional y en que decenas de villas no tuvieron la suerte de ser elegidas para iniciar sus procesos de integración socio-urbana aún cuando existen leyes que así lo ordenan, como la Ley N° 148, la ley Nº 403 y la Ley N° 5.235.

En estas semanas también se reavivaron los reclamos por la crisis educativa que pasa la Ciudad por la falta de vacantes principalmente en el Nivel Inicial.

El propio GCBA ha reconocido que este año aproximadamente más de 11.000 niñxs se quedaron sin vacantes. No hay plan de infraestructura educativa específico por parte del GCBA para solucionar este grave problema.

En este contexto, el Observatorio insta a la Legislatura de la Ciudad a atender la voluntad del Barrio Carlos Mugica, a escuchar a sus representantes y decidir no aprobar este proyecto en forma definitiva.

Autor entrada: Diego Fernandez

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